Amor y amistad.
Cuando se prendieron las cortinas de la cocina, ni te percataste. Estabas en el recibidor a punto de salir, absorto en tus tormentosos pensamientos. “Maldita. Ya no volverás a engañarme ”.
Tu amigo, que había visto las llamas desde la calle ya golpeaba la puerta con ambos puños. No tardaste en abrir y apuntarle con el revólver.
Quedó paralizado señalando con el brazo extendido el interior de la casa. Vio entonces a tu mujer muerta en el suelo.
Sin volver a mirarte musitó sus últimas palabras. “Fuego”.
Torcuato González Toval
Primero de los dos aportes para Relatos en Cadena de la SER. Frase de inicio: Cuando se prendieron las cortinas de la cocina
11 comentarios:
Por el humo se sabe donde está el fuego. Un comentario este que merece arder
Ester, gracias por tus comentarios.
Besos
Y el comentarista asistía impasible a la escena...dispuesto a contarlo a quien quisiera oírlo.
Un final donde juegan el absurdo y la ironía.
Saludos, Torcuato
Que no salga indemne el asesino, por Dios.
Los celos son una enfermedad, eso creo que ya lo tenemos claro casi todos. Generan violencia e incluso la muerte. ¿Cuántas mujeres más quedarán tendidas en el suelo de la cocina?.
Buen aporte narrativo ,con un mensaje cuanto menos, necesario.
Saludos
¡Menudo relato! Ese "Fuego" de doble sentido, creo que el amigo no llegó a entender la ironía de la situación, pero se me escapa quién prendió el fuego si la mujer yacía en el suelo y él no se percató ¿Había alguien más?...
Me has dejado tremendamente intrigada Torcuato.
Un abrazo.
Brutal relato con el juego de alabaras final como guinda.
Me gusta tu intensidad
cuando escribes
tus letras
De amores y amistades, a veces cenizas quedan.
De cuando la traición, no es sólo puro humo...
Besos, Torcuato.
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